La figura del cantante Justin Bieber vuelve a estar en el centro de la polémica, esta vez no por su música ni su relación con Hailey Bieber, sino por su supuesta cercanía con un grupo religioso que algunos de sus antiguos amigos y colaboradores consideran una secta. Las alarmas se han encendido debido al hermetismo del artista y a decisiones recientes que han causado extrañeza incluso dentro de su entorno más próximo.

Un círculo cada vez más cerrado

En los últimos años, Justin Bieber ha reducido de manera significativa el número de personas que integran su círculo de confianza. Esta transformación ha sido interpretada por varios de sus excolaboradores como una señal preocupante, especialmente tras la influencia que ha ganado en su vida la iglesia Churchome, con sede en Beverly Hills. Este centro es liderado por el pastor Judah Smith, a quien Bieber considera su guía espiritual y una figura paternal.

Ryan Good, quien fue manager de giras del cantante y cofundador de la marca Drew House, expresó su malestar por la creciente influencia de Smith. Según fuentes citadas por medios como TMZ, Good se habría distanciado de Bieber tras observar dinámicas que, en su opinión, rozan el control sectario. La gota que colmó el vaso, aseguran, fue el nombramiento de Smith como parte de la junta directiva de Drew House, a pesar de no tener experiencia empresarial.

Decisiones polémicas y ruptura empresarial

La tensión no terminó allí. Hace pocas semanas, Bieber sorprendió a sus seguidores al desvincularse públicamente de Drew House, la firma de moda que él mismo ayudó a fundar. “Drew House no representa a mi familia, ni a mí, ni a mi vida”, escribió en sus redes sociales. Estas palabras alimentaron aún más las especulaciones sobre un cambio drástico en su visión personal y profesional.

Para muchos, la ruptura con su propia marca es indicativa de una transformación más profunda que podría estar influenciada por su conexión con Churchome. Otros ven en esto una crisis de identidad o una posible respuesta a conflictos no revelados con sus socios fundadores.

Comportamientos extraños y señales de alerta

A esto se suma una serie de comportamientos públicos que han generado preocupación. En febrero, Justin fue visto en un evento junto a su esposa balanceándose de manera inusual, lo que dio lugar a rumores sobre su estado mental. Aunque su equipo negó cualquier problema de salud o uso de sustancias, las imágenes circularon ampliamente en redes sociales.

En otro momento, durante una transmisión en vivo, el cantante apareció desorientado y con la mirada perdida, lo que despertó inquietud entre sus fans. Exmiembros de su equipo de trabajo describen a Bieber como “aislado”, “confundido” y sin dirección clara. “Nadie en su entorno tiene la autoridad para decirle que algo está mal”, aseguró uno de ellos.

La respuesta oficial

Ante la ola de críticas y rumores, el equipo de representación de Justin Bieber emitió un comunicado asegurando que los reportes son “infundados” y que muchas de las personas que hacen estas afirmaciones ya no tienen vínculo alguno con el artista. “Están dolidas por haber quedado fuera de su vida”, señaló un vocero, agregando que el cantante sigue firme en su compromiso con su crecimiento personal y espiritual.

Sin embargo, el debate sigue abierto. ¿Está Bieber atravesando un proceso legítimo de transformación espiritual o está siendo manipulado por su entorno más cercano? Por ahora, el artista guarda silencio, mientras las especulaciones continúan creciendo.

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Redacción Faranduleando

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